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Estrategia

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Muchas organizaciones, así como buena parte de la literatura académica, basan el proceso de formación de la estrategia en intentar predecir el futuro a partir de sistemas continuistas que estiman dicho futuro a partir de lo sucedido en el pasado, en un intento de basar sus decisiones estratégicas en la anticipación. Sin embargo, las investigaciones más recientes evidencian que el panorama dista mucho de este precepto, sobre todo en determinados entornos competitivos.

 

Para Hamel y Prahalad (1996), el problema tiene que ver con un elemento, hasta cierto punto menospreciado hasta hace poco tiempo; la Imaginación. Se considera que no hay un único futuro, sino que hay tantos futuros potenciales como empresas.

 

Las empresas que viven dentro de los convencionalismos, preocupadas únicamente del próximo cierre de resultados, verán comprometida su continuidad, al no prestar atención a una tarea cada vez más importante, como es imaginar el futuro. De igual manera, Porter (1994), afirmaba que las empresas más exitosas, recurren a la Imaginación para definir nuevas posiciones o para generar valor.

 

La investigación académica, siendo consciente de esta nueva realidad, cada vez presta más atención a la concepción y realización de estrategias más imaginativas, así como al papel que juega la Imaginación en el proceso de formación de la estrategia empresarial (Weick, 1989; Porter, 1991; Hamel, 1996 y 2000; Roos y Victor, 1999; von Krogh, Ichijo, Nonaka, 2000; Szulanski y Amin, 2001). Existe un consenso generalizado al reconocer que el entorno competitivo es muy diferente al que dio origen al concepto de estrategia varias décadas atrás (Rumelt, Schendel y Teece, 1994; Hamel, 1996).

 

En vista de estos cambios, parece lógica la necesidad de establecer marcos más apropiados para el estudio del proceso de  formación de la estrategia, otorgando más protagonismos a aquellos que enfatizan la Imaginación (Hamel, 1998; Roos y Victor, 1999 y 2006; Eisenhardt y Sull, 2001).

 

En los estudios más recientes, se vislumbran como clave en los procesos de formación de la estrategia en entornos altamente dinámicos y cambiantes, variables como la práctica social (Wenger, 1998; Whittington, 2004), como base para la generación de nuevo Conocimiento que sustente ventajas competitivas.

 

Desde LADE Consultores, definimos el proceso de formación de la estrategia y las variables que en él intervienen, en organizaciones en las que la innovación es un elemento clave para definir su posición en el mercado y mantener su ventaja competitiva, con una filosofía basada en la Imaginación y no tanto en la predicción.

 

Nuestro trabajo de consultoría estratégica alcanza sus objetivos a través del método inductivo, por considerarse este tipo de análisis como el más adecuado para la interpretación de datos cualitativos (Yin, 1994). La fortaleza de nuestro método reside precisamente en el registro de la conducta de las personas involucradas en el fenómeno estudiado (Yin, 1989) y entender así la realidad generada por relaciones causales complejas, como son las que dan lugar a una estrategia imaginativa.

 

Gracias a nuestro método, nuestros clientes desarrollan habilidades orientadas a la Imaginación en el proceso de formación de estrategias posibilitando la emergencia de nuevo conocimiento, como soporte de nuevas ventajas competitivas en productos o servicios innovadores, que nadie más desarrolla en sus respectivos entornos competitivos. Gracias a nuestro método, nuestros clientes están desarrollando en unos casos tecnologías disruptivas, en otros casos desarrollando productos y servicios innovadores o aplicando técnicas de gestión claramente diferenciadas de sus competidores.

 

En nuestro método analizamos las variables que articulan la creación de estrategias en torno a la Imaginación:

 

Liderazgocomo generador del entorno que propicia la emergencia de la Imaginación, debido a la importancia del liderazgo en la gestión  y generación del entorno (Weihrich et al. 2008). 

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Capacidades Dinámicasdesde el enfoque de la Teoría de los Recursos y Capacidades, debido a que las organizaciones modernas necesitan una capacidad dinámica competitiva, para poder desenvolverse en entornos competitivos muy dinámicos, haciendo necesarias rutinas estratégicas mediante las que las empresas puedan crear nuevas configuraciones de recursos (Eisenhardt y Martin, 2000). 

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Socializacióndesde una dimensión epistemológica (Nonaka y Takeuchi, 1995), a través de las denominadas Comunidades de Práctica (Wenger, 1998), como grupos sociales capaces de desarrollar conocimiento especializado, compartiendo aprendizajes basados en la reflexión compartida.

 

Nos apoyamos en el marco teórico propuesto por Weick (1985), Roos y Victor (1999) y Scharmer (2000). En el mundo de la empresa actual, sobre todo en las que desarrollan sus actividades en entornos muy dinámicos y cambiantes, se considera que el éxito depende cada vez más de habilidades y capacidades para la innovación constante, adaptarse a las necesidades del mercado y desarrollar rápidamente nuevos productos de calidad que puedan satisfacer esas demandas. Lissack y Roos (2001) afirman que las empresas necesitan co-evolucionar en el entorno, un proceso que implica cooperación y conflicto. Se necesita generar visiones compartidas y gestionar relaciones complejas. La Imaginación y el Conocimiento Tácito bien gestionados, han de incorporarse en todas las actividades que desarrolla la empresa. Los numerosos beneficios que las organizaciones obtienen gracias a la gestión de estos activos, son reconocibles en forma de mayor capacidad de toma de decisiones, mayor capacidad de respuesta a las demandas de los clientes, mejores ofertas de productos y servicios, aumento de la innovación, mayor potencial de crecimiento y mayor calidad del sistema de organización interna.

 

Todo lo comentado, conlleva un crecimiento exponencial del Conocimiento y una capacidad exponencial de transmisión del mismo dentro de la organización, lo que permite obtener ventajas competitivas que a los competidores les serán difíciles de imitar. Así, generar un sistema de Socialización que permita el intercambio de conocimiento, obliga a prestar atención al entorno empresarial y los procesos, desde diferentes puntos de vista, ya sean económicos, organizacionales, tecnológicos o sociales.

 

Dicho esto, puede surgir la siguiente pregunta: ¿Es posible desarrollar un sistema que ayude a las organizaciones a desarrollar un sistema de Socialización del Conocimiento, que fomente la Imaginación y les permita ser más innovadoras?

 

Desde LADE Consultores damos respuesta a esta pregunta a través del desarrollo de la Imaginación Estratégica, como vía para obtener una mejor posición competitiva dentro del mercado. Así, queremos dejar constancia de la enorme importancia que tienen la Imaginación, el Conocimiento Tácito y la Socialización, como forma de promover espacios generadores de innovación.

 

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Nuestras premisas:​

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  • En los entornos actuales, altamente dinámicos y cambiantes, la Imaginación es el elemento dinamizador de la Innovación y la clave de la adaptabilidad al entorno. 

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  • La Socialización del Conocimiento a través de las Comunidades de Práctica es la mejor forma de construir ventajas competitivas sostenibles en el tiempo.

 

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 â€‹Variables de trabajo:

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  • Liderazgo → Como elemento que determina el entorno y que éste sea propicio y favorecedor de la emergencia de la Imaginación. 

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  • Comunidades de Práctica → Las que posibilitan compartir experiencias y conocimiento de forma fluida, propiciando la retroalimentación del proceso de generación de Imaginación.

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Patrón de trabajo:

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  • El patrón teórico preliminar ha sido el basado en Scharmer (2000) y en la importancia del conocimiento tácito cognitivo → “La única fuente de ventaja competitiva sostenible en el tiempo, en entornos altamente competitivos y rápidamente cambiantes, es el conocimiento tácito cognitivo”. 

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  • La unidad de análisis es el proceso estratégico. 

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  • Las variables y subvariables implicadas son el proceso de formación de la estrategia, el liderazgo y la socialización. 

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  • La evidencia empírica que posibilita generar una propuesta a nuestros clientes, hace referencia a las variables del punto anterior.

 

 

 

                                                                                                                                               Luis Manuel Campo Martínez

                                                                                                                                             Doctor "cum laude" en Economía de la Empresa 

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